Boletin:       UNAM-2000/440    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Domingo, 30 de Julio de 2000

 

FALTAN RECURSOS PARA LA INVESTIGACIÓN: JUAN PEDRO LACLETTE

 

·       Los estudios sobre el genoma humano, el proyecto más importante en la historia de la biología

 

Con el descubrimiento del mapa del genoma humano las naciones producirán enormes recursos tecnológicos; por lo que, si México no participa en este proyecto, pagará muy caro su desarrollo biomédico, afirmó el director del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, Juan Carlos Laclette.

 

Si el país mantiene aspiraciones de progreso, el gobierno federal deberá incrementar en forma considerable su inversión en investigación científica, toda vez que el capital destinado a esta materia “es claramente insuficiente”, subrayó.

 

En lo anterior coincidió el también investigador del IIBm, Alejandro García, al señalar que “en la medida que no tengamos conocimientos que generen recursos y pruebas de diagnóstico, seguiremos dependiendo, comprando y pagando cantidades enormes por estas tecnologías”.

 

Laclette aclaró que, por sus implicaciones y alcances, el esquema del genoma humano es el proyecto de investigación más importante en la historia de la biología, incluso en la actualidad la información puede obtenerse por medio de una computadora conectada a Internet.

 

No obstante, el director del IIBm explicó que si bien México no entró a esta carrera para determinar la secuencia del genoma hay grupos de investigadores que desde hace tiempo tratan de identificar las causas de diversas enfermedades.

 

“Tal es el caso del doctor Alejandro García, quien desarrolla herramientas virales que permitirán abordar el tratamiento de enfermedades como es el cáncer cérvicouterino en mujeres. Asimismo, en el Departamento de Inmunología del IIBm los investigadores llevan más de 10 años de estudio para tratar de entender cómo se determina la susceptibilidad genética hacia la cisticercosis”, precisó.

 

De hecho, agregó, los institutos de Investigaciones Biomédicas y Nacional de Pediatría, en coordinación con el Conacyt y otras instituciones trabajan en el desarrollo de un centro de medicina genómica para abordar proyectos en esta nueva corriente de la medicina.

 

“Quizá no podamos abordar todo igual que en otros países que invierten mucho más que en el nuestro, pero si enfocamos el esfuerzo a cuestiones específicas que son de interés social, podemos tener éxito a pesar de las limitaciones presupuestales”, indicó Laclette.

 

En su opinión, ninguna investigación relativa al genoma humano ni a sus aplicaciones podrán prevalecer sobre el respeto de los derechos humanos, de las libertades fundamentales y de la dignidad humana de los individuos.

 

“Yo estaría preocupado –dijo- por nuestra situación precaria respecto de otras cuestiones como, por ejemplo, la propiedad intelectual de la información y los derechos para comercializar ésta”, aunque hay cosas que ya están reglamentadas.

 

Existen riesgos mucho más serios como la dispersión de genes y los efectos que puedan tener en comunidades vegetales. Para eso, puntualizó el investigador universitario, los medios de comunicación deben informarse adecuadamente en estos problemas para no distorsionarlos.

 

Estamos, concluyó, en el inicio de una nueva era. Pasamos de una época en la que se desconocía la información genética humana, a la era en la que ya la conocemos y por supuesto que tenemos extraordinarias expectativas.

 

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