Boletin: UNAM-2000/439
Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Domingo, 30 de Julio de 2000
NECESARIO CREAR UN NUEVO
SISTEMA FINANCIERO: ECONOMISTAS DE LA UNAM
El esquema bancario actual de
México se encuentra agotado y debe ser sustituido por otro que privilegie la
descentralización de las operaciones crediticias y del banco central, afirmó
Clemente Ruiz Durán, catedrático de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM en
la conferencia “Desafíos de la banca mexicana”.
Ruiz Durán afirmó que las
funciones del Banco de México deben ser asumidas por un tipo de organización
similar a la “Federal Reserve” norteamericana, que realiza sus operaciones de
manera descentralizada en diferentes regiones.
Un nuevo sistema financiero
deberá tener diferentes niveles, con “megabancos” que atiendan las necesidades
de grandes corporaciones, y bancos regionales para operaciones a menor escala,
explicó el académico. Asimismo, se necesita una banca de desarrollo que opere a
nivel regional y no como lo hacía Nacional Financiera, desde el centro del
país.
El catedrático de la FE dijo
que las reformas que se han introducido a la banca mexicana han sido
insuficientes pues no han permitido que cumplan su misión de financiar el
desarrollo. Al respecto, precisó, las empresas en la actualidad han optado por
allegarse de recursos a través de sus propias ganancias retenidas o bien
mediante nuevas aportaciones que hagan sus socios. Esto ha permitido que haya
crecimiento económico en el país al mismo tiempo que crisis financiera.
Sobre este punto, manifestó
que un aspecto fundamental de un nuevo sistema financiero sería crear mejores
garantías y mecanismos que disminuyan el riesgo en las operaciones de crédito,
lo que permitiría hacer descender las tasas de interés a niveles más accesibles
al público y a las empresas.
María Eugenia Correa, también
académica de la FE, apuntó que si bien los organismos financieros
internacionales han considerado que la desregulación de los mercados de dinero
ha sido un factor en las crisis bancarias en varios países de Latinoamérica y
el sudeste asiático, esa apertura de mercado no ha sido el elemento
determinante. Se insiste, agregó, que la desregulación debe acompañarse con un
marco de supervisión de las actividades bancarias sólido y un mejor esquema de
capitalización de los bancos.
En el caso de México,
puntualizó, la crisis financiera de 1994-95 creó una situación de desconfianza
en las instituciones de crédito, que aún persiste como uno de los desafíos a
enfrentar, junto con la disminución del riesgo en las operaciones. Esto último,
aseveró, se demuestra con el gran porcentaje de la cartera bancaria que está
compuesto por créditos incobrables.
Por otra parte, María Eugenia
Correa manifestó que la problemática del sistema financiero mexicano no es
responsabilidad exclusiva del Estado o de sus políticas. A esta situación han
contribuido también algunas prácticas privadas fraudulentas e ilegales,
aseguró.
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