Boletin:       UNAM-2000/432    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Miércoles, 26 de Julio de 2000

 

LODOS DE AGUAS RESIDUALES TRATADAS, MEJORAN SUELOS AGRÍCOLAS

 

 

Los lodos que producen las aguas residuales tratadas podrían convertirse en biosólidos útiles para el mejoramiento de suelos agrícolas a través de un proceso especializado de depuración, aseguró José Antonio Barrios, responsable del Área de Tratamiento de Lodos y Producción de Biosólidos de la UNAM.

 

Hasta ahora, estos desechos han significado un grave problema, pues tradicionalmente los sistemas de "tratamiento" consistían en depositarlos en rellenos sanitarios, en tiraderos de basura a cielo abierto, descargarlos al drenaje, incinerarlos y, antes de ser prohibido, lanzarlos al mar.

 

Sin embargo, subrayó el integrante del Grupo de Tratamiento y Reuso de la Coordinación de Ingeniería Ambiental del Instituto de Ingeniería, el recurso podría ser aprovechado de diferentes maneras, porque los biosólidos son lodos residuales provenientes de plantas de tratamiento de agua que, mediante diversos procesos, son susceptibles de ser reutilizados sin ningún riesgo para la salud o el ambiente.

 

En Estados Unidos, dijo, el país que más experiencia tiene al respecto, no existen casos en los que la aplicación de los biosólidos hayan tenido un impacto negativo. Por el contrario, se ha demostrado que incrementan el rendimiento de los cultivos, en relación con fertilizantes comunes.

 

Por ello, un grupo de investigadores de la UNAM realizan estudios de factibilidad sobre la posible aplicación de los lodos convertidos en biosólidos, de modo que se pueda aprovechar su alto contenido de materia orgánica y nutrientes -nitrógeno y fósforo-, y reducir el empleo de fertilizantes comerciales de mayor costo, así como el riesgo que implican para la salud pública.

 

Los biosólidos, además, tienen la ventaja de mejorar la estructura física de los suelos e incrementar la retención de agua; son capaces de regenerar lugares agotados por las prácticas agrícolas, por la erosión o por actividades mineras, y favorecen el desarrollo adecuado de la vegetación.

 

En México, los lodos tienen que ser tratados por su contenido microbiológico: altas concentraciones de bacterias y parásitos intestinales, como huevos de helmintos, añadió Barrios Pérez.

 

La importancia de los estudios realizados en el Instituto de Ingeniería radica en que algunos de los procesos aplicados en otras naciones no reducenen gran medida la concentración de patógenos de los lodos que se generan en este país, por lo que se requiere determinar qué sistema de tratamiento es el más adecuado para ese caso específico.

 

De la totalidad de los métodos empleados para producir biosólidos, el más adecuado es la estabilización alcalina. Esta consiste en añadir cal al lodo y de ese modo aumentar la temperatura en la mezcla y el pH (grado de acidez y alcalinidad). Así se reduce la concentración de bacterias y de huevos de helmintos y es posible usar el producto en la agricultura.

 

Además, mantiene inmóviles a la mayoría de los metales, con lo que se evita que se contamine el acuífero, lo que resulta más barato. El inconveniente es que se incrementa la masa de lodos y el costo de su traslado de la planta de tratamiento al campo.

 

En cualquiera de los casos, luego del proceso de estabilización, el biosólido podrá aplicarse como fertilizante de acuerdo con el tipo de suelo.

 

El especialista explicó que un residuo es peligroso -según la Norma Oficial Mexicana 052-ECOL-1993- en función de su corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad e inflamabilidad, o de su origen biológico-infeccioso. En este caso y por su contenido de bacterias, los lodos residuales se clasifican en esta última categoría.

 

Debido a ello, los lodos que deberían aprovecharse para mejorar la calidad de dos terceras partes del territorio nacional que presentan problemas de salinidad y sodicidad (altos contenidos de sales y sodio), son mandados a confinamientos o incinerados.

 

Ante la importancia de revertir tal situación, las investigaciones de los universitarios han servido como apoyo para que la Comisión Nacional del Agua (CNA) elabore los programas de saneamiento del Valle de México, así como para la Norma Oficial Mexicana NOM-004-ECOL-2000, que establecerá en el futuro próximo las especificaciones y límites máximos permisibles de contaminantes para el aprovechamiento y disposición final de los lodos residuales.

 

“El objetivo es que en el futuro todas las plantas de tratamiento de aguas manejen adecuadamente los lodos, los cuales constituyen hasta ahora una fuente de contaminación. "Hemos estimado que únicamente en una de las plantas del Valle de México, que sería la más grande de la República, podrían generarse más de mil toneladas de sólidos secos por día; en Ciudad Juárez, dos plantas que van a tratar 3.5 metros cúbicos por segundo de aguas residuales, podrán generar entre 80 y 100 toneladas”.

 

El Área de Tratamiento de Lodos y Producción de Biosólidos trabaja en estrecha relación con otras, como la de microbiología y la de tratamiento y reuso del agua, que son parte de ese grupo.

 

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