Boletin:       UNAM-2000/431    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Miércoles, 26 de Julio de 2000

 

LA CUNICULTURA, RECURSO POCO EXPLOTADO EN MÉXICO

 

 

A pesar de ser un recurso que podría convertirse en una alternativa alimenticia para la población, en México no se ha estudiado ni explotado la crianza del conejo, cuya carne ofrece un alto contenido en proteínas, poco colesterol y grasa, y buen sabor.

 

A escala mundial, el conejo es un recurso altamente aprovechado, sobre todo en países europeos como Francia, Italia y España, en los que la población consume ese cárnico en un promedio de 7 kilos por persona al año; en tanto, en México éste no llega ni a los 50 gramos anuales.

 

En este sentido, estudios realizados en el módulo de Cunicultura de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC), a cargo de la maestra María Magdalena Zamora Fonseca, concluyen en que los principales motivos por los que el mexicano no consume carne de conejo es por la falta de difusión de esta alternativa alimenticia, lo que redunda en una baja comercialización.

 

Una encuesta aplicada por alumnos de ese módulo a dos mil familias refleja que no saben dónde comprar la carne, aunque en algunos centros comerciales se vende congelada. El precio no es obstáculo, dado que oscila entre 30 y 35 pesos el kilogramo.

 

Ante la importancia de explotar este recurso alimenticio, María Magdalena Zamora aseguró que cada semestre aproximadamente 80 alumnos de la carrera médico veterinario zootecnista realizan estudios de todo tipo: trabajos de investigación, manejo, reproducción, alimentación, sanidad y producción.

 

Actualmente las líneas de investigación en el Módulo de Cunicultura se refieren a la nutrición, inseminación artificial, genética y comportamiento del conejo en el país, además de enfermedades como la Pasterelosis, que afecta las vías respiratorias del animal y que se contagia fácilmente.

 

En el Módulo de Cunicultura, ubicado en el Centro de Enseñanza Agropecuaria, se lleva a cabo desde hace cinco años una investigación genética encaminada a obtener una raza altamente productora de carne.

 

En este lapso se han seleccionado a las mejores crías de acuerdo con su peso a los 70 días de nacidos, y se ha logrado una ganancia promedio aproximada de 300 gramos por animal, como resultado del cruzamiento de las tres razas que tiene el módulo (Nueva Zelanda, California y Chinchilla).

 

Asimismo, se pretende iniciar la generación de una línea de conejos llamada “sintética”, que tendría genes de diferentes razas sin causar problemas de consanguinidad. Sería útil porque México no puede importar animales vivos, debido a que está libre de la enfermedad Hemorrágica Viral de los conejos y se requiere conocer la genética de los animales que existen en el país y para formar líneas propias para su producción.

 

El módulo, con una población de entre mil 200 y mil 500 animales, también tiene la raza Rex en diferentes variedades, dedicada exclusivamente a la producción de piel, por su pelo fino, suave y corto.

 

Respecto a su relación con la sociedad, Zamora Fonseca comentó que se ha establecido contacto con campesinos de los estados de Hidalgo y Jalisco para orientarlos en la cría del conejo, como recurso que puede explotarse para apoyo de su economía y como alternativa alimenticia.

 

Asimismo, con el fin de estar en contacto con todos los productores, los estudiantes del módulo y María Magdalena Zamora participan en pláticas, ferias y conferencias acerca del conejo, organizadas por la Asociación Nacional de Cunicultores de México.

 

Se tiene también, indicó, un convenio con el Centro Nacional de Cunicultura, mediante el cual los alumnos de la FES Cuautitlán pueden realizar  investigaciones sobre la genética de los animales o realizar su servicio social y tesis.

 

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