Boletin:       UNAM-2000/430    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Martes, 25 de Julio de 2000

 

INVESTIGA LA UNAM COMBATE AL ESTRÉS AMBIENTAL EN PLANTAS

 

 

La manipulación genética de los organismos vivos ha pasado de ser una historia de ciencia-ficción a convertirse en una actividad cotidiana. La Universidad Nacional desde hace años trabaja en este campo, sobre todo en investigación básica de genes cuyas funciones podrían ser útiles si se les manipula y se les transfiere a otros organismos para mejorarlos.

 

Entre los especialistas universitarios dedicados a realizar transgénesis se encuentra el doctor Jorge Nieto Sotelo, investigador del Instituto de Biotecnología, quien junto con su grupo estudia en plantas, hongos y la levadura Saccharomyces cerevisiae la resistencia al llamado estrés ambiental; en particular, cómo esos organismos se adaptan a altas o bajas temperaturas.

 

En el maíz, por ejemplo, han identificado genes involucrados en dicho proceso y se evalúa el papel que juegan los relacionados con la tolerancia al calor, para conocer si existe relación causa-efecto.

 

Sobre las aplicaciones que pudiera tener este tipo de investigación, dijo que uno de los genes que han aislado, descrito y caracterizado lo introducirán en jitomates, para hacerlos más adaptables al frío.

 

Los primeros pasos ya dieron como resultado el descubrimiento del gen HSP26 de maíz, que clonaron, secuenciaron y observaron su comportamiento bajo estrés, sistema que será utilizado para modificar los jitomates. "Es extraño, pero normalmente esta es una proteína que se expresa con el calor, pero, al mismo tiempo permite adaptación al frío", como lo demostró un grupo de investigación en Israel.

 

Este aspecto es interesante si tomamos en cuenta que las pérdidas que ocurren después de la cosecha, de frutos como el jitomate, son elevadas. Uno de los métodos más convencionales que se utilizan para alargar la vida de anaquel de muchos vegetales es la refrigeración. Sin embargo, el jitomate por ser una planta de origen tropical no tiene tolerancia a las bajas temperaturas, lo que se busca modificar, agregó.

 

También se trabaja con otro gen, el HSP101, que al parecer está involucrado en la tolerancia al calor y el desarrollo de la semilla del maíz. En esta investigación colaboran el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo, con el objetivo de que ese gen se introduzca a esas dos plantas y evaluar su adaptabilidad en condiciones extremas de temperatura. “Este es un problema real en varias partes de México, en Sonora, por ejemplo, y también en Africa”.

 

En el caso de la levadura Saccharomyces cerevisiae se estudia cómo adquiere su alta tolerancia al estrés, cómo se regulan esos aspectos durante el desarrollo y qué tipos de genes están involucrados. De hecho ya saben que interviene el gen CDC25.

 

El doctor Nieto Sotelo, explicó que en su laboratorio tienen mutantes de esa levadura en los cuales se ha visto que, aún antes de que ésta perciba falta de nutrientes, ya disparó los mecanismos que la hacen tolerantes al estrés, y han encontrado también que la función de control de la termotolerancia no depende de las vías ya descritas con anterioridad por otros investigadores, por lo que ahora están haciendo estudios encaminados a saber exactamente cuáles son las involucradas.

 

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