Boletin:       UNAM-2000/416    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Miércoles, 19 de Julio de 2000

 

NECESARIO FORTALECER LA INVESTIGACIÓN MULTIDISCIPLINARIA EN LA UNAM: DRUCKER

 

 

La Universidad Nacional debe fortalecerse académicamente para que la formación de recursos humanos sea la mejor del país, afirmó René Drucker Colín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM.

 

Al hablar durante la undécima mesa del “Encuentro de Especialistas en Educación Superior”, el funcionario dijo que la UNAM debe adoptar una nueva estrategia en la investigación a través de actividades multidisciplinarias, para ampliar su capacidad científica y alcanzar liderazgo a nivel mundial.

 

Recordó que gracias a la máxima casa de estudios, institución en la que se cultivan prácticamente todas las disciplinas, la actividad científica en nuestro país ha alcanzado los niveles en que actualmente se ubica.

 

Afirmó que la estrategia utilizada en el pasado en este renglón fue muy útil en su momento, pues permitió crear más grupos científicos que abarcaran nuevos campos del saber, pero actualmente necesitamos tener una visión diferente de cara a los cambios.

 

En sus institutos, explicó, la UNAM cuenta con excelentes investigadores que cultivan la gran mayoría de las disciplinas, pero sus esfuerzos están atomizados. Ahora es necesario crear grandes grupos de investigación multidisciplinaria, a fin de cambiar nuestra capacidad científica.

 

Drucker Colín manifestó que ningún país, en especial los subdesarrollados, puede realmente tener actividad científica en todas y cada una de las ramas y ser líderes mundiales en ellas. Por ello, es necesario ubicar las áreas estratégicas, aquéllas en las que se tengan los mayores avances y procurar generar grandes grupos de académicos que están en la frontera de la ciencia.

 

Esto no significa, aclaró, que se vayan a desatender otras áreas o a dejar de apoyarlas, ni mucho menos menoscabar la libertad de investigación; por el contrario, con las investigaciones multidisciplinarias se facilitaría incorporar gente joven a este campo y se evitaría que los equipos de los laboratorios estén subutilizados.

 

Explicó que para lograr este objetivo es necesario modificar dramáticamente los sistemas de evaluación, que en la actualidad califican de manera desigual a los investigadores y se basan en una cultura de la desconfianza. Es necesario primero articular grupos grandes de investigadores y luego calificar su trabajo, puntualizó.

 

El coordinador de la Investigación Científica de la Universidad señaló, en el encuentro que se realiza en la Torre II de Humanidades, que la institución debe fomentar el crecimiento de esta actividad fuera de la zona metropolitana.

 

Las universidades públicas del interior de la República adolecen de muchas fallas en sus sistemas, ya que no están estructuradas para ese propósito y privilegian la investigación aplicada sobre la básica, que es la que genera nuevos conocimientos. La UNAM puede ayudar a fortalecer a esas instituciones en este ámbito y refrendar con ello su carácter nacional.

 

Drucker Colín afirmó que el Estado es el primer responsable del desarrollo de la actividad científica del país y debe aportar los recursos necesarios para lograr el crecimiento de las instituciones de educación superior, pero al mismo tiempo éstas deben encontrar nuevos mecanismos de apoyo.

 

La actividad científica, señaló, tiene costos muy elevados y hay proyectos que sólo pueden llevarse adelante con aportaciones de la iniciativa privada. Esto no implica, aseguró, que sean los empresarios quienes dictaminen o decidan qué investigaciones tienen que realizarse.

 

Drucker Colín puso como ejemplo la falta de desarrollo farmacológico en México, actividad que está totalmente en manos de los grandes laboratorios, a los que no les interesa trabajar con medicamentos para las enfermedades propias de la pobreza, porque los pobres no pueden pagar esos medicamentos.

 

En la jornada sobre “Universidad y Conocimiento”, que se realiza en el marco del encuentro de Especialistas en Educación Superior, participó también Enrique Buzo, de la Coordinación de Humanidades, quien expuso que la UNAM es la institución con más amplio trabajo de investigación en ciencias sociales.

 

Hay disciplinas de este campo del saber, explicó, en las que la Universidad Nacional es la única que realiza investigaciones. Buzo consideró que al contar sólo con el equivalente al 3 por ciento del total del presupuesto federal destinado a ciencia y tecnología, el Subsistema de Humanidades ha demostrado ser altamente eficiente.

 

Al hablar sobre la difusión de la ciencia, Julieta Fierro, directora general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, aseguró que México necesita revalorizar el papel fundamental de la ciencia y la tecnología para el desarrollo armonioso de la sociedad.

 

Aclaró que si bien no se conoce la situación actual de la divulgación en México, es indispensable contar con amplios programas en todo el país que incluyan centros de ciencia y todo género de medios masivos de extensión, así como el empleo de medios escritos para complementarlo.

 

En ese sentido, Javier Flores, profesor del posgrado de la Facultad de Medicina, dijo que la divulgación de la ciencia es sin duda uno de los medios para acrecentar los vínculos de la UNAM con la sociedad.

 

Con ello –agregó- la Universidad contribuiría a conformar una nación mejor preparada para enfrentar los desafíos del mundo actual y, al mismo tiempo, nuestra máxima casa de estudios contaría con una base sólida entre la población para desarrollarse.

 

Es necesario también discutir los términos de una política de difusión científica y un programa ambicioso para que en el corto plazo la UNAM esté a la vanguardia de un proyecto de tipo nacional. “El Congreso Universitario puede ser el escenario para lograr este propósito”, sostuvo.

 

Por último, Teresa Pacheco, quien habló de la organización institucional de la investigación en la UNAM, comentó que la tarea de revisar la viabilidad de la actual estructura de la investigación corresponde tanto a la administración de la institución como a toda la comunidad.

 

“A la primera –advirtió- le corresponde abrirse tanto a las múltiples posibilidades ofrecidas por los cambios sociales y culturales como a los requerimientos de nuevas formas de pensar la vida institucional y la organización de los grupos; y a la segunda la compete la reflexión colegiada acerca de los vínculos que guarda con los procesos del conocimiento y las posibilidades de promover cambios”, entre otras.

 

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