Fecha: Domingo, 09 de Julio de 2000
RECIBE
EL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS ACERVO DE ANTONIO GÓMEZ ROBLEDO
· · Un total de ocho mil 900
volúmenes se integran a la biblioteca del IIJ
· · Destaca Diego Valadés la
generosidad de la familia del extinto jurista y diplomático
·
La
donación de los ocho mil 900 volúmenes que conforman el acervo bibliográfico de
Antonio Gómez Robledo a la biblioteca del Instituto de Investigaciones
Jurídicas (IIJ) de la UNAM, es un acto de generosidad que honra la memoria de
uno de los grandes humanistas de México, afirmó Diego Valadés, director del
IIJ.
El
funcionario destacó la figura de Antonio Gómez Robledo, quien fuera, dijo, no
solamente un eminente y distinguido jurista y un sobresaliente diplomático,
escritor y filólogo. Además, añadió, fue un auténtico polígrafo, de los pocos
que el siglo XX dio en México.
Valadés
subrayó la importancia del acervo bibliográfico para conocer la expresión de
vida de un hombre. En este caso, más que de una biblioteca podríamos hablar de
una “bioteca”, porque efectivamente en sus libros está una parte de la vida de
Antonio Gómez.
En la
mesa redonda, celebrada con motivo de la incorporación de este acervo a la
biblioteca del IIJ, participaron los investigadores Jorge Carpizo, Héctor Fix
Zamudio, Emilio Rabasa y Susana Pedroza, de esa dependencia, así como Margarita
Valdés, del Instituto de Investigaciones Filosóficas, y Fernando Curiel,
director del Instituto de Investigaciones Filológicas, quienes recordaron la
prolífica obra e incansable vocación académica del extinto diplomático.
Jorge
Carpizo señaló que entre sus múltiples labores oficiales como diplomático,
Gómez Robledo se dio tiempo suficiente para escribir obras y ensayos como Idea
y experiencia de América, Sócrates y el socratismo y sus dos volúmenes
dedicados a Dante Alighieri, en los que explica tanto su obra literaria como su
pensamiento político.
Por
su parte, Héctor Fix Zamudio hizo referencia a la obra de Gómez Robledo sobre
Ignacio L. Vallarta, en la que expone una faceta del jurista jalisciense. De
igual manera apuntó que no sólo estudió las tesis de Ignacio L Vallarta, en las
que encontró antecedentes directos del régimen actual acerca de la explotación
de los hidrocarburos, sino analizó también los cambios en la situación jurídica
del petróleo hasta la expropiación de esa industria en 1938.
Emilio
Rabasa, por su parte, calificó a Antonio Gómez Robledo como un hombre
renacentista, por su afición a la filosofía, a la literatura, a la diplomacia
y, en general, a todas las disciplinas humanísticas. Es difícil saber, agregó,
en cuál de todas esas áreas destacaba más.
En su
oportunidad, Fernando Curiel, director del Instituto de Investigaciones
Filológicas, resaltó el particular significado de la obra de Gómez Robledo en
momentos en que se debate el papel de las humanidades no sólo en la
Universidad, sino en todo el país y en este mundo globalizado.
En
gran medida, explicó, la crisis de las humanidades se debe a la hambruna de
ideas humanísticas y de un cuerpo de doctrina que nutra a estas disciplinas. En
esta empresa colectiva que oriente a las humanidades, subrayó, es donde debe
situarse todo homenaje a personas como Antonio Gómez Robledo.
Susana
Pedroza, coordinadora académica de la biblioteca del IIJ, refirió los trabajos
que se realizaron durante 1999 fuera de las instalaciones de esa dependencia,
para clasificar y capturar los títulos que conforman el acervo. Esto se
realizó, informó, en la Fundación Roberto Medellín, de la Facultad de Química
de la UNAM. Finalmente, en marzo de este año, la donación se trasladó a las
instalaciones del instituto.
El
acervo Antonio Gómez Robledo, explicó la académica, se compone en un 50 por
ciento de obras de filosofía, 30 por ciento de derecho internacional y 20 por
ciento de otras disciplinas. Destacan algunas ediciones del siglo XIX como El
derecho de la guerra y de la paz, de Jugo Grocio,y Del derecho natural y sus
principios comunes, de Clemente Munguía.
En
acto por separado, realizado en el auditorio Héctor Fix Zamudio del mismo
instituto, Diego Valadés presidió la ceremonia de la entrega del premio del
“Concurso Nacional de Ensayo Jurídico” a jóvenes investigadores de ese ámbito.
Ahí, afirmó que con la identificación de nuevos ensayistas, la Universidad
Nacional se vincula con otras áreas del territorio y del quehacer académico
dentro de ese sector.
Ante
investigadores, maestros y estudiantes de derecho, añadió que concursos de este
tipo buscan la conformación de nuevas generaciones de
jóvenes
creadores de información e ideas en torno a los problemas de México y el mundo
en esta materia.
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