Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Jueves, 06 de Julio de 2000
INVESTIGADOR
DE LA UNAM DA A CONOCER TECNOLOGÍA SEGURA Y BIODEGRADABLE PARA COMBATIR
INCENDIOS
· · El producto biodegradable es
usado exitosamente en Inglaterra, Estados Unidos y Nueva Zelanda
· · La investigación de seis años
costó un millón de dólares
Jorge
Serrano Moreno, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
(CRIM) de la UNAM, conjuntamente con especialistas internacionales, creó un
catalizador líquido biodegradable que mezclado con agua dulce, salubre o
salada, extingue, de manera rápida y segura, los incendios.
Con
una inversión de un millón de dólares y seis años de investigaciones, la nueva
tecnología para extinguir incendios ha sido exitosamente probada en Inglaterra,
Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Serrano
Moreno, quien recientemente obtuvo el “Premio Internacional 2000 de Creación
Ambiental” otorgado por el Instituto Internacional de Creación Ambiental, de
Japón, dijo que la nueva tecnología para hacer frente a los efectos
devastadores destaca por su “enorme capacidad para proteger el medio ambiente,
ya que no es tóxico”.
Destacó
que a diferencia de los productos químicos convencionales usados hasta ahora
para controlar incendios -espumas, polvos y emulsificantes-, el líquido llamado
“Agente ABFA”, por las abreviaturas de los elementos usados, es un catalizador
líquido, de base orgánica, que lo hace biodegradable y anticontaminante.
Debido
a sus cualidades, el líquido puede ser usado también para prevenir incendios,
ya la película que deja sobre una superficie es duradera y “los resultados son
positivos”.
Algunas
de las características del producto son la velocidad impresionante de la
extinción del fuego, “la que, con frecuencia, se logra en escasos minutos”; la
inmediata reducción de la temperatura a la del medio ambiente; el efecto casi
siempre retardante de la reignición, que evita que el fuego se reavive y la
prevención de que se continúe el daño a las estructuras afectadas por el
calentamiento.
Otras
características son: la recuperación completa de combustibles no consumidos por
el fuego (gasolina, diesel, petróleo), lo que hace posible su reutilización; la
posibilidad de usar indistintamente como medio de aplicación, agua dulce,
salubre o salda; mayor seguridad y protección del medio ambiente, así como la
del personal que atiende los incendios, y el hecho de que no sea indispensable
inversión alguna en equipo ni en personal para su aplicación.
El
investigador dijo que no puede dar detalles técnicos de su trabajo porque el
resultado final todavía no queda legalmente protegido bajo el estricto secreto
de los productos y patentes de marca registrada.
Lo
definitivo e importante, destacó, es el resultado alcanzado. “Puedo afirmar,
con conocimiento de causa, que se trata de un producto ya probado, que rebasó
su etapa de experimentación y tiene características de alta eficiencia”,
declaró Serrano Moreno.
En
México, como en otros países, el problema de los incendios se presenta en forma
recurrente. Cada año se reportan en el país miles de hectáreas dañadas. Sólo en
1997, la cifra ascendió a más de 592 mil hectáreas.
El
investigador de la UNAM comentó que la técnica desarrollada no se está usando
en México porque las instancias correspondientes, como son Protección Civil, el
Ejército, la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca
(Semarnap), organizaciones de protección a recursos naturales o bomberos, no
han probado el material.
Lo
conveniente, dijo, es que se realicen las pruebas necesarias para comprobar que
este invento es efectivo, no contaminante y de bajo costo para el combate de
los incendios.
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