Boletin:          UNAM-2000/268

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Miércoles, 24 de Mayo de 2000

 

INVESTIGADORES DE LA UNAM PIDEN SE AMPLÍE SUBSIDIO FEDERAL A LA EDUCACIÓN SUPERIOR

 

 

Aumentar el subsidio federal a la educación, ampliar el gasto para desarrollar la investigación en todas las áreas y establecer por ley un monto fijo de recursos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) a este rubro, son algunas de las propuestas de Alejandro Alvarez Béjar, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, presentadas durante la mesa redonda que con el título de “Análisis del presupuesto universitario”, tuvo lugar en el Auditorio Narciso Bassols de la FE.

 

Alvarez Béjar agregó que los criterios de evaluación de las instituciones de educación superior no pueden centrarse en las pautas de calidad si lo que se tiene es un ambiente general de restricciones presupuestales.

 

Una de las paradojas en nuestro país, añadió, es la necesidad de lograr una educación de excelencia, cuando los recursos que se destinan son como del “cuarto mundo”. “Es contradictorio que entremos a la era del conocimiento con menos presupuesto en este ramo", abundó.

 

Al referirse al presupuesto universitario, Alfonso Gómez Navarro dijo que el 80 por ciento del presupuesto universitario está dirigido a sueldos y prestaciones fundamentalmente y el 20 por ciento restante para todo lo demás.

 

El Consejo Universitario requiere mayor información y más indicadores para saber si los recursos, que como ya se ha informado, son insuficientes y se aprovechan adecuadamente. Al respecto, dijo que un punto importante a tomar en cuenta es que no todas las instancias de esta casa de estudios pueden tener ingresos propios.

 

Indicó que el presupuesto de la UNAM en el año 2000 enfrentará una inflación del 10 por ciento, por lo cual crecerá 0.7 por ciento en términos reales, en tanto que el conjunto de la economía lo hará entre 4 y 5 por ciento.

 

"En esta perspectiva, el país está dedicando un menor presupuesto al área de formación de capital humano, con todos los efectos negativos que esto pueda tener", explicó.

 

Finalmente, consideró que debe existir una reforma completa, un proyecto a mediano y largo plazos a través del cual se asegure un mínimo de presupuesto a la UNAM, de acuerdo con sus necesidades.

 

Aseguró que el deterioro de los recursos presupuestales ha provocado que el nivel de recursos que destina la Universidad a investigación disminuya para el mismo período de 0.06 por ciento del PIB a 0.05 por ciento, cuestión que se contradice con el propósito que tiene el país de ingresar a la sociedad del conocimiento, como objetivo de reordenamiento nacional.

 

Explicó que de igual forma se ha presentado un deterioro en el monto destinado a la docencia, que de representar el 0.15 por ciento del PIB en 1997 pasó a 0.12 por ciento del PIB en el año 2000, lo cual muestra “un castigo a las remuneraciones y apoyo a la docencia”.

 

Destacó, también, que en el presupuesto de la UNAM ha habido un proceso de deterioro que inicia en los 90, lo que contrasta con lo que ahora se destina a ciertos grupos como los institutos tecnológicos nacionales y el Instituto Politécnico Nacional que han recibido más recursos.

 

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