Boletin:          UNAM-2000/243

Lugar: Palacio de Minería

Fecha: Lunes, 15 de Mayo de 2000

 

ES MOMENTO DE AVANZAR HACIA LA REFORMA DE LA UNAM, ASEGURA EL RECTOR

 

 

Es el momento de avanzar hacia la Reforma Universitaria, a partir de decisiones bien fundadas, de proyectos consistentes y de los valores y principios que nos identifican como universitarios, afirmó hoy el rector Juan Ramón de la Fuente.

 

Durante la ceremonia del Día del Maestro, en el Palacio de Minería, De la Fuente reafirmó su convicción de llevar adelante un amplio proceso de Reforma de la Universidad, claramente participativo e incluyente.

 

"Un proceso dentro del cual –subrayó-- el Congreso Universitario sea un hito, un punto de llegada de todos los esfuerzos de crítica y diagnóstico, al mismo tiempo que un punto de partida de un movimiento de renovación estructural y de actualización de los procesos concernientes a la generación, transmisión y divulgación de los conocimientos que requerimos los mexicanos”.

 

Puntualizó que el Congreso habrá de ser un capítulo fundamental de la interminable historia, además inherente al ser mismo de toda universidad, de análisis críticos y correctivos que concreten una redefinición de los compromisos de nuestra institución con el saber, con el individuo y con la sociedad mexicana en la que todos ellos adquieren sentido.

 

Ante más de 750 profesores con 50, 35 y 25 años de servicio, a quienes entregó reconocimientos al “Mérito Universitario”, el rector aseguró:

“Hoy, más que nunca, está en sus manos la posibilidad de evitar que se apoderen de la UNAM los fundamentalismos más peligrosos, los que son incapaces de articular sus intereses con propuestas, los que no pretenden llegar a compromisos sino alargar indefinidamente los conflictos; los que al carecer de contenido, manejan un discurso con funciones meramente expresivas, que acompaña con frecuencia a los hechos de violencia inusitados que hemos experimentado, porque sólo acrecentando la polaridad pueden mantener una identidad”.

 

Juan Ramón de la Fuente indicó que estamos a las puertas de una amplia y profunda reforma de la institución. “Es éste –apuntó—un momento propicio para concebir una nueva utopía universitaria, sustentada en nuestros valores académicos para responder a las expectativas que la sociedad mexicana ha depositado en nosotros.

 

“Es éste un momento en el que el ejercicio de la crítica debe abrir paso a los proyectos viables y pertinentes. Es éste un momento definitivo: ante los embates continuos de quienes quieren destruir a la Universidad, es necesario orientar un esfuerzo colectivo a la reconstrucción que la institución requiere para salir adelante”, aseveró el rector.

 

Explicó que la “utopía” debe ser entendida no como un proyecto quimérico, ilusorio o irrealizable, sino como una importante referencia a los anhelos que actúan como impulso de la imaginación proyectiva y de la acción histórica de las comunidades.

 

“Porque en la Universidad, como en el país entero, no podemos avanzar sin la esperanza de construir un mundo y una vida mejores; no podemos avanzar sin un proyecto razonable de futuro. Así es que no sólo resulta conveniente, sino obligado, pensar en una nueva utopía universitaria, con el fin de convocar el concurso de todos los universitarios --independientemente de sus identidades ideológicas y políticas— en un proyecto reconstituyente de la Universidad, para que pueda afrontar exitosamente las circunstancias que hoy amenazan con aniquilarla”, precisó.

 

Manifestó que en la impostergable tarea de poner en marcha la Reforma Universitaria, el profesorado está llamado a jugar un papel preponderante. “No me cabe la menor duda –dijo el rector— de que nuestros profesores estarán, una vez más, a la altura de tan importante iniciativa, aportando sus ideas, sus experiencias y sus propuestas.

 

“En la medida en que los cambios jurídicos, estructurales y administrativos, definan los límites y los términos de su participación en la nueva dinámica de la institución, es de esperarse que nuestros profesores desempeñen una función primordial en el proceso de construcción de esa nueva utopía universitaria”.

 

El rector expresó su convicción de que mejor cumple su función social una política universitaria academicista –“que por supuesto no excluya a nadie por razones económicas o ideológicas”-- que una política universitaria populista que relegue lo académico a un segundo plano. Si la universidad académica deviene en una universidad militante, evolucionará indefectiblemente a una universidad sometida.

 

Subrayó también la necesidad de llevar a cabo una reorganización administrativa radical, “porque la complejidad de las estructuras y los procesos relativos a la docencia, la investigación, la difusión de la cultura y la administración han rebasado la capacidad de las estructuras contempladas en nuestro marco jurídico vigente”.

 

En su intervención, el rector agregó que, además de los cambios legales necesarios, se debe dar pie a una descentralización efectiva del gran sistema que es la UNAM, cuyo gigantismo –afirmó— impide una administración más eficiente y también más transparente.

 

“No se trata de fragmentar a la Universidad ni de desarticularla”, aclaró De la Fuente.

 

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