Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Lunes, 08 de Mayo de 2000
RECTORÍA HA DADO RESPUESTA
CLARA A LOS
PUNTOS DEL PLIEGO PETITORIO
ANALIZADOS
La discusión con los
representantes del Consejo General de Huelga en la mesa de diálogo del Auditorio
Alfonso Caso, relativa a los puntos 2 y 3 de
su pliego petitorio, requiere
y amerita una serie de precisiones por parte de la Comisión de Rectoría, pues
se han tomado como pretexto para seguir alargando indefinidamente la discusión
e impedir llegar a acuerdos mínimos.
Debe quedar claro que,
atendiendo al pliego petitorio del CGH, la respuesta plebiscitaria establece
con claridad que será el Congreso Universitario el que analice y defina lo
relativo a los reglamentos generales de inscripciones y exámenes aprobados en
1997 y que será el mismo Congreso Universitario el que analice y defina lo
relativo a la relación entre la UNAM y el CENEVAL. Pero también establece con
la misma claridad, que mientrasno haya una nueva definición al respecto,
quedarán sin efecto las relaciones previamente establecidas. No hay lugar a
dudas: desde el mes de enero el Secretario General de la Universidad comunicó a
CENEVAL que quedaban formalmente suspendidas las relaciones entre la
Universidad y ese organismo, en tanto no se tomara una nueva definición en el
Congreso Universitario.
¿Por qué no aceptar que se han
cumplido los compromisos establecidos en el plebiscito? ¿Cuáles son los
verdaderos intereses que están detrás de esa insistencia?.
Lo mismo ocurre en relación a
las reformas aprobadas en 1997. Dichas reformas establecen que los alumnos, a
partir de la generación que ingresó en ese año, contarán con un lapso igual al
doble del tiempo fijado por los planes de estudio para terminar sus carreras,
por lo que la primera vez que sería aplicada dicha disposición sería en el año
2006; pero desde luego, el compromiso también está dado para que las reformas
se discutan en el Congreso Universitario. Nadie ha sido expulsado de la UNAM
por estas reformas. No se han aplicado, ni se ha afectado a universitario
alguno.
El pase reglamentado sigue
instrumentándose en los mismos términos que en el pasado. A nadie se ha
perjudicado. El 78% de los alumnos de la generación 99-2000 fue asignado a la
primera opción de carrera que habían elegido y el 18% restante a su segunda
opción. De cualquier forma, también este punto se ha comprometido para que sea
analizado en el Congreso Universitario. Congreso que planteó durante meses el
CGH y que ahora, parece estar empeñado en impedir que se realice.
En relación a la admisión al
bachillerato, debe aclararse que desde 1964 se hace a través de un examen de
opción múltiple y se exige un promedio de 7 en la secundaria. La UNAM es una
institución autónoma que tiene la libertad y la capacidad para determinar los
criterios, las normas académicas, los métodos y los procedimientos para
ingresar a ella. No se usan criterios económicos ni menos aun ideológicos. Las
cifras son contundentes: el 95% de los aspirantes que se registran para
ingresar al bachillerato de la UNAM provienen de secundarias públicas.
Es claro que existe la
voluntad explícita por parte de la Rectoría y de la comunidad universitaria
para que estos puntos sean discutidos de nueva cuenta en el Congreso
Universitario. Mientras tanto, se ha dado respuesta a sus peticiones: se
suspendió la relación con el CENEVAL y no se ha aplicado ninguno de los
criterios de ingreso y permanencia contenidos en las reformas de 1997.
Distorsionar la realidad y pretender confundir a la comunidad universitaria y a
la opinión pública, sólo puede explicarse, si de lo que se trata es de seguir
prolongando el conflicto, lo que a estas alturas, sólo tendría sentido si lo
que se pretende es que la Universidad siga siendo utilizada por intereses
ajenos a la institución que ven en la coyuntura actual una oportunidad para
seguir deteriorando su imagen sin importar los costos que esto representa para
la Institución, para sus alumnos, sus profesores, sus investigadores y sus
trabajadores.
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