Boletin:       UNAM-2000/005    

Lugar:         Ciudad Universitaria

Fecha:         Martes, 04 de Enero de 2000

 

EXHORTA JUAN RAMON DE LA FUENTE A PARTICIPAR EN LA GRAN REFORMA DE PRINCIPIOS DE SIGLO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL

 

 

El rector Juan Ramón de la Fuente exhortó a todos los universitarios a participar en la gran reforma de principios de siglo de la Universidad Nacional, "cuya responsabilidad es de nosotros y como tal debemos asumirla, ya que si México prescinde de una buena universidad en los próximos años, va a quedar permanentemente mutilado".

 

Al presidir una reunión con integrantes de la comunidad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), De la Fuente afirmó que después de escuchar diversos puntos de vista existen elementos que son comunes de la Universidad cuya responsabilidad recaiga en los propios universitarios.

Dicho esfuerzo estará destinado a fortalecer el carácter nacional y público de la Universidad.

 

También existe consenso, dijo, respecto a que "esa reforma no incluya el desmembramiento de la Universidad, de que dicha reforma bajo ninguna circunstancia contemple ni acepte la privatización de la Universidad, la necesidad de que en ella lo que se construya es un nuevo modelo de universidad pública tan importante para seguir manteniendo ese equilibrio que México necesita en su desarrollo social y del cual la Universidad ha formado parte fundamental durante el siglo que acaba de concluir".

 

Consideró que tales retos sólo se afrontarán exitosamente si logramos construir un consenso, si logramos trascender el discurso descalificador, para tratar de ir en un esquema propositivo construyendo una propuesta que reconcilie y que permita sentir que estamos, por lo menos en lo fundamental de nuestras convicciones, suficientemente representados.

 

En el Colegio de Ingenieros Civiles de México y después de escuchar la participación de profesores y alumnos de la FCPyS, el rector De la Fuente afirmó estar de acuerdo con una universidad más democrática que anteponga lo académico a otros intereses y que permita que haya una vida colegiada más intensa y participativa de alumnos y de profesores y, en su ámbito, de trabajadores.

 

Reiteró que lo académico, tal y como se señaló durante las intervenciones, debe ser el eje fundamental de la reforma. "Si perdemos nuestra fortaleza académica, hoy en día cuestionada y en algunos espacios de la Universidad deteriorada, lo perdemos todo. Perdemos prestigio, autoridad, capacidad de tener un liderazgo social, que mucho merecemos, la capacidad de responder a las exigencias sociales y posibilidades de exigir mayores recursos. Perdemos, en suma, lo que ha sido y es la principal fortaleza de una institución como la nuestra: su fortaleza académica".

 

Finalmente el rector Juan Ramón de la Fuente reiteró la invitación a la comunidad universitaria a participar de manera corresponsable en la reforma que está en puerta, ya que el peso que tiene para la institución en el futuro es enorme. "De esa reforma va a depender el futuro de la Universidad, entendido este como la Universidad que queremos, una universidad vigorosa, con presencia social nacional e internacional, con autoridad y con prestigio, y también el futuro de la universidad pública en México".

 

Por otra parte, durante las intervenciones varios profesores de la FCPyS insistieron en la necesidad de que los académicos tengan un papel más activo dentro de la reforma, en la que no haya derrotados ni excluidos. Asimismo se pronunciaron por una salida pacífica y negociada al conflicto; una salida que " refuerce además los valores fundamentales de la Universidad.

 

La maestra Rosa María Piñón, decana del Consejo Técnico de esa facultad, pidió que las soluciones que deriven de las negociaciones entre la Rectoría y el CGH sean de carácter integral, es decir, que abarquen al conjunto de las instituciones que comprende la UNAM, y también que en la asignación del presupuesto universitario se revisen los criterios y se favorezca de manera importante a la docencia y en ese sentido se destinen más recursos al campo de las ciencias sociales.

 

Por su parte, la doctora Angélica Cuéllar, profesora de la FCPyS destacó que la UNAM debe revisarse a fondo, ampliar la participación efectiva de toda la comunidad académica en los órganos colegiados de decisión. Dijo que en dicha transformación la Universidad debe ampliar los canales que ya existen y garantizar que los académicos tomemos las decisiones que afectan la esencia de la institución. "Queremos desmontar nuestro silencio y convertirlo en un Compromiso activo ya que es necesario y urgente restaurar la carrera académica".

 

En opinión del profesor Raúl Rojas Soriano el movimiento estudiantil nos ha obligado de nuevo a reflexionar sobre el tipo de universidad que queremos, y por tanto los vínculos que la institución y cada uno de los universitarios deben establecer con la sociedad en general y con el medio profesional en particular.

 

"Reconocemos -añadió- que el movimiento estudiantil nos ha llevado a repensar la manera cómo la UNAM ha venido realizando sus tareas sustantivas, cuáles son sus logros y de qué manera los universitarios participamos en estas actividades, también ha mostrado en qué ha fallado la institución y qué debe modificarse".

 

Por ello, dijo que el nuevo modelo de universidad pública que surja del conflicto actual debe partir del papel que históricamente ha desempeñado la universidad pública en el desarrollo de nuestra sociedad.

 

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